Si ya desde el principio detrás de la denuncia a la UEFA han visto una mano negra, aunque quizá lo más correcto sería decir roja -y no en referencia a la RFEF-, en Pamplona sospechan que algunos tienen interés en despejarle el camino de la Champions al Barça, pues el caso Negreira no se cerrará en los tribunales ordinarios hasta dentro de unos años, y el de Osasuna, resuelto en el Supremo, sería un precedente.
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